viernes, 4 de febrero de 2011

Somos como los géminis, de doble cara.

Exportamos refugio y carisma, pero en realidad lo que tenemos es temor a lo desconocido, a lo que nos es de este centro, de esta región.
Un país con una doble personalidad es lo que somos; ¿Por qué le presentamos a la mayoría del mundo una cara buena y gentil?, pero a los nicaragüenses, colombianos e incluso a los pobres chinos se les desprecia, maltrata y humilla.
Nos hacemos llamar un país de paz y democracia, compartimos nuestras riquezas naturales con nuestros hermanos vecinos, somos gentiles, honrados, amables, sociales, carismáticos y todo sinónimo que trate de ver la cara buena de la moneda. ¿Pero en realidad damos esa faceta por igual?
En nuestro diccionario, o más bien nuestra connotación de democracia es: el grupo de personas organizadas y predominadas por un poder, pero parece ser que ese término de poder lo tomamos muy a pecho, ya que pensamos que somos el todo poderoso y los demás son un simple plebeyo que esta a nuestros pies.
¿Por qué los australianos, estadounidenses, argentinos y demás extranjeros son turistas, será que ellos por su condición económica alta vienen a dejarnos el sustento diario?, y por eso son buenas personas que debemos de tenerlas en la palma de la mano para que no se nos vallan a escapar.
¿Pero quién dice que los nicaragüenses son buenas personas?, a ellos se le muestra la otra cara de la realidad, porque son explotados por personas inhumanas, ellos también aportan gran cantidad a nuestra economía nacional, ya que en estos tiempos todos quieren puestos de gerentes, pero nadie se preocupa por la agricultura, la recolección de café, el corte de caña y muchos otros trabajos honrados, pero para la sociedad “adinerada” costarricense es una deshonra este tipo de trabajos en estas épocas.
Podríamos decir que los medios de comunicación son los que se han encargado de ver a los “otros” nicaragüenses como una “amenaza” y solo vienen a dar problemas a nuestra sociedad, a deteriorar nuestros servicios públicos; pero cuando un medio, por ejemplo escrito, se ha  encargado de publicar un reportaje de esos seres humanos que vienen a buscar una mejor calidad de vida, esas personas que a veces son explotadas por ser indocumentados y no les pagan los seguros, salarios más bajos de lo normal y horas más largas de labor.
¡No todos los “nicas” son “nicas”!, ¿qué pretendo decir con esto?, no todos los nicaragüenses que vienen a nuestro país se trasladan con el objetivo de hacer daño, la mayoría de ellos sólo vienen por trabajo y alimentación para sus seres queridos, pero como sólo estamos acostumbrados a oír que tantos “nicas” y tantos colombianos trasportaban droga, o mataron a tantas personas, nos creamos una idea de que todos son malos, pero cuando vamos a ver que entre esas noticias también participan “ticos”, pero como son nacionales no importa porque son de nuestra tierra.
Es cierto que no debemos dejar que nos metan tradiciones ajenas a la nuestra, pero tampoco debemos poner una barrera y no dejar de conocer ese fascinante mundo exterior que nos ofrece la vida.
Ágamos conciencia de que la paz es la tranquilidad que procede del orden y de la unidad de voluntades, la serenidad existente donde no hay conflicto ni discriminación, no demostremos la cara fea a unos, mejor demos a todos esa sonrisa de armonía.

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